Al día siguiente un venado se encontraba jugando cerca del ashrama. Sita se encantó con él y deseaba obtener el venado. Sri Rama después de pedirle a su hermano que cuidara a Sita, siguió al venado quien lo llevó a una gran distancia en el bosque.

Finalmente encontrando muy difícil de atrapar al venado vivo, Sri Rama le disparó una flecha. Al ser tocado por la flecha, el venado se transformó en un raksasa gigante y  mientras moría comenzó a fingir la voz de Rama diciendo en llantos:

“¡Oh Sita! ¡Oh Laksmana! Un Raksasa esta matándome, por favor sálvame!”

El raksasa que cayó víctima de la flecha de Rama era Maricha, el tío de Ravana. Maricha había aparecido en la forma de un venado por el pedido de su sobrino Ravana, para engañar a Ramacandra. Cuando escuchó el llanto falso de Maricha, Sita inmediatamente le pidió a Laksmana que fuera al lugar a proteger a Rama. Lakshmana no quería dejar a Sita allí sola e ir en busca de Rama. Sin embargo, Sita comenzó a utilizar palabras muy crueles y duras en contra de él. Afligido, Lakshmana abandonó el ashram y fue en busca de Rama. Mientras Lakshmana y Rama estaban ausentes, un viejo sannyasa se acercó a Sita mendigando. Sita salió del círculo creado por Laksmana y le ofreció algunas armas. En ese momento fue raptada por el sanyasa, quien realmente era Ravana disfrazado y quien se la llevó en su Puspaka, su carroza aérea. En la vía, Jatayu vio a Ravana y comenzó a luchar con él para obtener el alivio de Sita. Sin embargo Jatayu cayó en el piso herido por la espada de Ravana y acostado allí, esperó la ayuda de Rama. Cuando los dos hermanos Rama y Lashkmana regresaron al ashram, encontraron que Sita no estaba allí. Ellos comenzaron a buscarla desesperadamente, mientras  se lamentaban constantemente por la pérdida de Sita. Poco después vieron a Jatayu con sus alas heridas repitiendo el nombre de Rama. Jatayu relató todos los detalles acerca de Sita y después abandonó su cuerpo ascendiendo a Vaikuntha.